
Con la reciente eliminatoria a manos del todopoderoso CSKA aún coleando, finalizó la edición 18-19 de la Euroliga para el Baskonia. Nos queda (o a mi al menos) la sensacion de haberlo tenido más cerca que nunca.., pero no ha podido ser.
La aventura era complicada, puesto que los rusos son no sólo candidatos a estar presentes en todas las Final Four, también lo son a ganarla. De los 30 partidos de liga regular, han perdido sólo 6, uno de ellos precisamente contra Baskonia.
El duelo con el potente equipo ruso ha obligado al equipo vitoriano a dar lo mejor de si, y a poner toda la carne en el asador, y en muchos momentos de esta serie a 4 partidos, se veía al Baskonia con opciones, yendo incluso por delante en el marcador en varios momentos.
Pero finalmente no pudimos con ellos, y serán los de Itoudis los que estarán en breve nuevamente en el Buesa para disputar la Final Four. Una edición en la que queríamos estar mas que nunca, por ser en casa precisamente. Y una competición que seguirá siendo nuestro deseo en próximas ediciones, puesto que no la hemos logrado ganar en ninguna ocasión. Es el trofeo que nos falta y el gran anhelo tanto de Querejeta como de los aficionados del Baskonia.

Personalmente, creo que el equipo debe estar orgulloso de esta edición y especialmente con el baloncesto que ha mostrado en la última serie eliminatoria, con un nivel muy cercano al mostrado por el campeón ruso, un rival al que siempre cuesta muchísimo ganar.
Esta temporada comenzó mal, con unos primeros partidos donde al equipo le costó mucho ganar, y su nivel de juego no era el deseado ni el esperado por nadie. De los 10 primeros partidos perdió 7. Ese mal comienzo supuso la destitución del entonces técnico baskonista Pedro Martínez, que daba paso a un histórico Velimir Perasovic.
El amigo Peras se encontró a su llegada un doble objetivo: mejorar notablemente el juego del equipo, y subir en la clasificación al equipo para meterlo entre los 8 primeros y entrar en playoffs, algo que en ese momento no parecía tarea fácil.
Y el buen trabajo del técnico y del equipo fue dando sus frutos y mejorando prestaciones y clasificación. Pero fueron apareciendo otros problemas, en forma de lesiones de jugadores, muy importantes tanto en número como en la duración de las recuperaciones.
Y lesiones hemos visto muchas en este equipo otras temporadas, pero este año habrá sido seguramente el que más hemos esperado todos los refuerzos, que únicamente se materializaron en el caso de Jones. Desde el club se alegó que el mercado en esta ocasión estaba mas limitado que nunca para conseguir bueno, bonito y barato, y que ese era el motivo para que no hubiera otros jugadores en camino, aunque se estaba buscando las mejores opciones como siempre.
Esa plaga tan importante de lesiones, además de las consiguientes bajas y lo que supone en una competición tan exigente como la Euroliga, ha obligado además a un esfuerzo extra muy importante a los jugadores sanos, que han tenido que sudar de lo lindo para meter al Baskonia en el cruce. Incluso alguna de las lesiones ha venido motivada por ese «sobrecalentamiento» de los jugadores.

Hemos tenido una edición de Euroliga muy interesante, con grandes partidos y buen baloncesto por momentos. Un nivel que además iba creciendo poco a poco, para llegar a lo que creo que ha sido una grandísima serie final, con buenos partidos, una victoria en Moscú que se atragantaba desde hacía 14 años, y muchísimas opciones de victoria en los dos partidos disputados en casa.
Y aquí, a pesar de la incorporación de alguno de los lesionados y de la recaída de otros como Janning, creo que se ha visto dos cosas: el nivel que este equipo puede llegar a dar de sí, y que hemos llegado con la gasolina muy justa.
Y creo que ambas cosas se vieron muy claramente en el cuarto partido contra CSKA. El nivel del equipo por ejemplo en los 3 primeros cuartos de ese partido, donde el Baskonia fue durante muchos minutos por delante del marcador.
Este nivel es el que todos deseamos para lo que queda de Liga Endesa, donde a buen seguro vamos a estar ahí peleando por meternos en la final, y por qué no, por ganarla, aunque tampoco será nada fácil.
Y vamos a ver si estas jornadas que quedan desde ahora hasta el comienzo de playoffs, con un ritmo más normal de encuentros que lo que traemos encima, permite recuperar fuerzas y energía a todo el equipo, que falta hace.
Todo ello es algo que lamentablemente se vio en el ultimo cuarto del último partido contra CSKA, donde el Baskonia se desinfló por completo, extenuado, y perdió un encuentro que tenía encarrilado. Pero queda tiempo por delante hasta que llegue lo bueno, por lo que confío en que el equipo pueda recuperarse y volver a dar ese mejor nivel que hemos visto.
En mi opinión, y evidentemente sin datos médicos como los que maneja el club, creo que afrontaremos los playoffs con dos jugadores menos (Janning y Granjer), a los que echaremos de menos, por lo que podrían aportar a estas alturas de competición. Ojalá no sea asi y podamos verlos, porque los necesitamos a ambos.

Pero ello no va a ser óbice para que el equipo esté ahí, en todo lo alto, peleando por una nueva Liga. Aparentemente nos la jugaremos con otros dos equipos de Euroliga como Madrid y Barcelona, a los que esperemos que el desgaste de la temporada también les haga efecto y podamos con ellos.
Asi que por mi parte, y para terminar este balance de la Euroliga que acaba de concluir, se me queda una sensación doble. Por una parte, de satisfacción y orgullo, porque creo que no se puede reprochar nada a los jugadores, que han peleado como jabatos (para mi una de las cosas mas importantes que puede y debe dar un jugador), y que han hecho una muy buena temporada.
Y por otra parte de pena, porque creo que lo hemos tenido muy cerca, que a nada que nos hubieran respetado un poco más las lesiones podríamos haber podido con ello. No sé si un refuerzo o dos hubieran aportado lo que ha faltado, pero nos hemos quedado a falta de muy poco.
Creo también necesario destacar dos aspectos positivos, el primero relativo a la uniòn del equipo, algo que se ve en cada partido entre los jugadores, y el segundo el crecimiento de un jugador como Poirier, un pedazo de 5 como la copa de un pino, y que lamentablemente es carne de cañón de los sueños de sirena americanos.
No creo que lleguemos a poder disfrutarlo un año más en Vitoria, pero imaginarlo al lado del gigantón Fall sería algo increíble para un equipo como Baskonia.
Asi que por mi parte, un notable alto para el Baskonia en Euroliga, y ya sin más tiempo que perder, a pensar en la Liga, que tenemos aún mucha guerra que dar. Aúpa Baskonia!