LA RECOPA DESDE EL AUTOBUS DEL PAOK

LA RECOPA DESDE EL AUTOBUS DEL PAOK

Fuente: baskonistas.com
Fuente: baskonistas.com

Hay veces que la vida te sorprende con cosas muy curiosas. Y muchas de ellas, tienen al basket como nexo de unión, aunque no siempre sea el elemento principal. Y hoy os voy a contar una de ellas….

En uno de mis viajes a Madrid hace unos cuantos meses, saliendo a cenar con mis amigos estudiantiles Oscar y Marga (el baloncesto tiene mucho que decir también aqui…), caímos en un restaurante griego. Uno de esos magníficos lugares de la hostelería madrileña que tienes que ir expresamente a buscar para poder encontrarlo.

Al acabar la cena, mis amigos me presentaron a Theo, griego de pro, aunque su castellanizado acento no lo demuestre, y titular del establecimiento. Y cual fue mi sorpresa cuando al oir que yo era de Vitoria, él me respondió que había estado en nuestra ciudad, concretamente el día de la final con el Paok.

Evidentemente, puse cara de asombro, y le contesté que algún día me tenía que contar esa historia, de tan buen recuerdo para todos los baskonistas, y poder de esa forma escribirla y compartirla con todos vosotros. Y la cosa se quedó ahí, en un «ya hablaremos».

Y claro, de esta semana no podía pasar. Con todos los actos de celebración del aniversario de la Recopa de Europa a la vuelta de la esquina, volvimos a cenar a la Taberna Griega, y pedimos a Theo que al acabar, nos contara su historia. Y él accedió, y se sentó con nosotros…

Theo llegó a España en el año 1978, con 18 años cumplidos. Empezaba a trabajar en el mundo del turismo, como guía, traductor, organizando congresos y demás actividades relacionadas.

Su afición por el baloncesto, y por el deporte en general, hizo que pronto empezara a acompañar a equipos de fútbol, baloncesto, selecciones nacionales de su país, e incluso grupos de aficionados, en sus desplazamientos por España. Con este trabajo visitó Malaga, Mallorca…., en partidos de UEFA, de Champions….

En una de éstas, se plantó en la Final Four de basket de Zaragoza en 1995, donde además del Real Madrid (a la postre campeón del torneo), y el Limoges, llegaron Olimpiakos y Panathinaikos. La coincidencia de los dos equipos griegos en la ciudad maña, y su extrema rivalidad, complicaba mucho cualquier trabajo de guía tanto con los equipos, como con los respectivos aficionados.

El elevado riesgo de incidentes era conocido por todos, lo cual supuso que incluso las autoridades gestionaran alojamientos para los aficionados de estos dos equipos en ciudades distintas. A pesar del control y las medidas previstas, Theo recuerda que por error, dos aficionados del Panathinaikos fueron colocados en un avión lleno de aficionados del Olympiakos…. Gracias a la mediación de la policía, los dos aficionados consiguieron llegar sanos y salvos.

Y al año siguiente, llegó la Final de la Recopa en Vitoria, con otro equipo griego en liza, el Paok de Salónica. A Theo le llamó la agencia para la que trabajaba, y le encargó la interesante tarea de recoger y acompañar a una parte de la afición griega, en concreto a un grupo de 300 aficionados. Lo divertido de la historia es que se trataba de un grupo denominado como «Puerta 4» (en relación a la puerta por la que entran a ver los partidos en su estadio), y en definitiva, el grupo más radical del Paok.

Los 300 angelitos aterrizaron en el aeropuerto de Foronda en un Jumbo fletado especialmente para el partido. Les esperaban 6 autobuses, y junto con los chóferes, aguardaba nuestro amigo Theo.

De forma un tanto sorprendente, a tenor de lo que se podía esperar de ellos, los 300 aficionados se bajaron del avión de forma absolutamente organizada y tranquila, y en apenas unos instantes, estaba cada uno colocado exactamente en su sitio, de su autobús correspondiente. Todo un alarde de gestión.

La Guardia Civil le entregó en ese momento las tarjetas de embarque para la vuelta, para que no hubiera que esperar tras el partido, pero fue la Ertzaintza la que se hizo cargo de escoltar los autobuses hasta la muga con Burgos.

Y aparecieron en un solitario hotel de carretera, en algún lugar entre Miranda y Burgos, y del que Theo no recuerda el nombre. Les llevaron a Burgos a tomar algo, y también de forma pacífica y tranquila, volvieron al hotel a dormir.

Al día siguiente, el partido. Cuando se encontraban en ruta camino de Vitoria, dos de los cabecillas del grupo reciben una llamada de algún compatriota. Les estaban advirtiendo que tuvieran mucho cuidado con la Ertzaintza, una policía compuesta por auténticos «combatientes», de los más duros que se conocían, y que no les iban a pasar ni una. Les estaban avisando de que ante cualquier incidente, podía haber consecuencias serias. Creo que este detalle, desconocido por mi hasta la fecha, fue clave en el posterior comportamiento del grupo en el campo.

Al entrar en Alava, la policía autonómica ya les estaba esperando, y les escoltó hasta un descampado, donde les registró para evitar cualquier objeto peligroso en el pabellón. Pero tanto el viaje como el registro de comprobación, se desarrolló sin ningún problema, y continuaron su camino. Los aficionados griegos, un tanto atemorizados por las advertencias recibidas, se portaron de forma exquisita en todo momento.

Del pabellón, Theo recuerda que apenas pudo asomarse unos minutos. Su trabajo le impidió ver casi nada del partido. Recuerda un magnífico ambiente, con el campo a rebosar, y con mucha animación, incluso desde bastante tiempo antes de empezar el partido.

Esta parte la recordamos bien todos, con ambas aficiones dándolo todo, y con un final feliz, afortunadamente para el Baskonia, tras otras dos finales europeas perdidas las dos temporadas anteriores.

Al acabar el partido, Theo pudo ver cómo los aficionados salían de forma tranquila, comentando que el Paok había jugado un partido muy blando, que el Tau había sido mejor… No percibió enfado ni irritación en su grupo, y si una forma muy pacífica de aceptar una derrota. Y creo que esta percepción de esta actitud, fue la misma que notamos los aficionados vitorianos que estuvimos allí presentes ese día.

Los 6 autobuses volvieron directamente a Foronda. Al llegar, les abrieron las vallas del aeropuerto, y les pararon justo al lado del Jumbo, en plena pista. Estaba todo preparado para que pudieran partir cuanto antes, sin más tiempo que perder. Incluso los propios operarios del aeropuerto cargaron rápidamente el equipaje de los 300 griegos en el avión, incluída la maleta de Theo, que al darse cuenta de ello, tuvo que ir rápidamente a buscarla, puesto que él era el unico que se quedaba en tierra.

Reconozco que a veces enjuiciamos a ciertas aficiones de forma errónea. De lo que yo he podido vivir en materia deportiva, asumo que me he equivocado dos veces. La primera fue ésta que os acabo de contar, y la segunda en 2001 con los aficionados del Liverpool en la final de Dortmund.

Fuente: baskonistas.com
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En ambos casos, estos hinchas me sorprendieron gratamente, y demostraron que a pesar de todo el historial que pueda pesar sobre ellos, las cosas pueden ser distintas de lo que parecen. Y de ello me alegro.

Este sábado, y sobre todo el domingo, vamos a poder disfrutar de unos momentos entrañables y muy especiales. Va a ser una auténtica gozada ver de nuevo juntos a los jugadores que ganaron la Recopa en el 96, y en cierta forma a Manel, que estará presente gracias a su hijo Oriol.

Quiero felicitar desde aquí al club por haber llevado a cabo esta genial iniciativa, por hacer posible lo que sin duda va a ser un momento netamente baskonista, y con muchos sentimientos y bonitos recuerdos a flor de piel.

Yo he querido contribuir hoy a la causa con una historia distinta, contada desde dentro del equipo rival, y que me ha resultado curiosa. A los que tengáis oportunidad de pasar por Madrid, no dudéis en pasar a comer o a cenar comida típica, por la Taberna Griega, en la calle Juan de Urbieta 6, muy cerca de Atocha. Allí estará el genial y acogedor Theo esperando con su Mousaka, el Humus o el Tzatziki.

Muchas gracias Theo por tu relato, y aupa Baskonia!!!.